NO somos profesionales. Si necesitas informarte bien sobre la lactancia materna, la mejor opción es acudir a un/a especialista de confianza que pueda asesorarte. Toda la información que encontrarás aquí, aunque está sacada de webs y/o profesionales del sector directamente, puede no adaptarse a tu caso personal.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la lactancia materna debería ser alimento exclusivo de nuestros bebés durante los seis meses de vida. Además, a partir de ese momento se recomienda seguir con lactancia complementaria hasta los dos años como mínimo. 

Como ya hablamos en nuestros posts sobre los beneficios de la lactancia materna para los bebés y los beneficios para las mamás, existen distintos tipos de lactancia y no todas las personas optan por la materna exclusiva (por diferentes motivos). Sin embargo, todos ellos tienen algo en común: mitos.

¿Qué es un mito?

Según el diccionario de Oxford Languages, un mito es una “historia imaginaria que altera las verdaderas cualidades de una persona o de una cosa y les da más valor del que tienen en realidad”. Es decir, una “versión” falsa de la realidad tan extendida que acaba teniendo más valor que la propia realidad.

La lactancia es, sin duda, uno de los ámbitos en torno a los que giran más mitos. Por este motivo, nos hemos propuesto desmentir todos los que conocemos. Pero no estamos solas, sino que contamos con información facilitada por pediatras, consultoras certificadas en lactancia materna y asociaciones relacionadas con este ámbito para ayudarnos a ello. ¿Empezamos?

Mitos sobre la lactancia materna

El calostro

Es leche podrida”, “es antihigiénico, debemos desecharlo” o “el bebé no debe tomar del pecho hasta que salga leche blanca” son algunos de los mitos más conocidos relacionados con el calostro. 

El calostro es la primera leche materna que se produce y sale del pecho. Tiene un color amarillento ya que está lleno de proteínas y nutrientes que tienen un papel fundamental en la creación del sistema inmunitario del bebé (Medela, 2018)

Por tanto, ni se trata de leche podrida, ni es antihigiénico, ni debe desecharse. Al contrario, es un líquido muy necesario para los recién nacidos.

Dependencia

Este es uno de los mitos más extendidos: “los bebés que maman son más dependientes”. ¡Sorpresa! Es totalmente falso. Cada bebé es un mundo y su nivel de dependencia o independencia dependerá únicamente de ellos mismos.

Además, este mito se relaciona directamente con otro que afecta a la lactancia de fórmula, del que hablaremos más adelante.

Lavarse los pezones

Para nada. De hecho, puede ser hasta contraproducente. El bebé está familiarizado con el olor característico de su madre y del pecho lactante, por lo que limpiarlo antes puede hacer que ese olor desaparezca. 

Además, el pezón tiene unas “bacterias buenas” que pueden ayudar a que los bebés desarrollen correctamente su sistema inmune (UNICEF, 2018).

Dormir alimenta

¿A alguien le alimenta el dormir? Pues claro que no. El descanso es súper importante para estar sanos, tanto para el bebé como para los adultos, pero esto no sustituye al alimento. Este mito se presenta muchas veces unido a «si no lo sueltas, no vas a descansar y no te va a subir más leche».

Como hemos dicho, el descanso es súper importante, pero lo que hará que el bebé esté nutrido y pueda crecer de forma saludable es su alimentación.

Te usa de chupete

Si se tira mucho tiempo mamando, es que te usa de chupete”. Pues no, para nada. Cada bebé tiene sus ritmos propios: hay algunos que se llenan súper rápido, otros que tardan algo más, bebés más inquietos que no aguantan mucho tiempo parados, bebés más tranquilos…

Además, los chupetes son los que tratan de imitar el pecho, no al contrario. Por eso, el bebé usa el chupete para calmarse cuando no tiene la oportunidad de estar al pecho.

Sacaleches

El sacaleches no mide la cantidad de leche materna que produces, sino que es capaz de sacar la que esté almacenada en los conductos mamarios. Al no poder activar los mecanismos de producción de leche, no puede servir como un medidor de producción.

Comer por dos

Para nada. Ni tienes que comer por dos cuando estás embarazada, ni tienes que hacerlo cuando estás dando el pecho. Lo único que debes hacer es seguir una dieta equilibrada, la normal que sigues para ti, comer variado, frutas, verduras… lo que comas en tu día a día, no hay por qué comer más ni menos (que algún caprichito nunca viene mal). 

En el caso de que tu bebé no coja peso, sientas que no está bien alimentado o que hay algo que no “funciona” como debería, lo mejor es acudir a un profesional que pueda evaluarlo correctamente.

Si quieres conocer otros 10 mitos sobre la lactancia materna, te recomendamos este vídeo de Paula Camarós, matrona y CEO de Baby Suite by Pau. Pero no te quedes solo en él, atrévete a perderte en su canal de YouTube y aprenderás muchísimas cosas de su mano. ¡No te arrepentirás!

Mitos sobre la lactancia de fórmula

Al igual que con la lactancia materna, te recomendamos este vídeo de Pau sobre la lactancia artificial o de fórmula. Y repetimos, atrévete a perderte en su canal de YouTube y aprenderás muchísimas cosas de su mano. ¡No te arrepentirás!

Vínculos

Se habla de dependencia en la lactancia materna al igual que de desapego o ausencia de vínculo en la lactancia de fórmula.

Es otra creencia bastante recurrente y defiende que si no se da el pecho, el bebé no tendrá el mismo vínculo con la persona que le alimente. Tampoco es cierto: el vínculo no lo crea la leche materna, sino el momento de unión y de mimos, de caricias y miradas, el contacto directo piel con piel, el calorcito que le das al tenerlo entre tus brazos, etc.

Biberón

No, el bebé no tiene por qué terminarse todo el biberón para evitar perder peso. Lo mejor para quedarse tranquilo/a cuando el bebé no termina nunca sus tomas es acudir al pediatra. Si su peso es correcto, no hay por qué preocuparse.

Fórmula o materna, solo una

No tienes por qué elegir solo una. De hecho, muchas familias optan por una lactancia mixta para, por ejemplo, dar el pecho cuando mamá y bebé están juntos, pero dar un biberón cuando están separados (trabajo, viajes, etc.) 

El dar leche de fórmula al bebé no implica un “corte” en la producción de leche materna. Es cierto que, probablemente, la producción materna bajará un poco para poder adaptarse al ritmo del bebé. Por ejemplo: un bebé se alimenta a través de lactancia materna exclusiva (LME) mientras su madre está de baja. Cuando vuelve a su trabajo fuera de casa, se decide incorporar leche de fórmula para las tomas en las que ella no esté presente. 

Esto solo hará que la producción de leche materna baje porque no será necesaria la misma cantidad que antes, pero la incorporación de leche de fórmula no hará que: 

  1. El bebé se olvide de mamar
  2. La madre no pueda volver a producir leche
Inteligencia y nutrición

Un bebé alimentado con leche de fórmula será menos inteligente a largo plazo” o “no está bien nutrido” son dos de los mitos más escuchados en torno a la lactancia de fórmula. 

Según Enfamil, “las fórmulas de hoy están más cerca a la leche materna que nunca (…) incluso ofrecen algunos nutrientes que los bebés alimentados con leche materna pueden necesitar para obtener de suplementos, tal como la vitamina D”. 

¿Significa esto que la leche de fórmula es mejor que la leche materna? Para nada. ¿Significa que un bebé alimentado por leche de fórmula va a estar igual de nutrido y va a desarrollarse igual que un bebé alimentado por leche? Sí.

“Al igual que la leche materna, la fórmula también puede tener el ácido graso importante omega-3 DHA. Eso es bueno saberlo, porque DHA apoya el desarrollo rápido del cerebro de tu bebé, ojos, y el desarrollo del sistema nervioso en los primeros años de vida”. (Enfamil, 2018)

¿Y tú? ¿Conoces más mitos relacionados con la lactancia materna? ¿Y con la lactancia artificial o de fórmula? ¡Déjanos tus comentarios en nuestras redes!

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